Graneros de Fuerteventura SA nació de la inquietud de un grupo de empresarios canarios por cubrir la creciente demanda de alimentación para animales de producción de la isla en condiciones de máxima calidad y capacidad de abastecimiento. Nuestros fundadores eran conscientes, en aquellos momentos, de que asimismo existía una importante necesidad de productos derivados del grano para consumo humano, esencialmente para panificación, por lo que, en nuestros comienzos, la empresa apostó por atender tanto la demanda ganadera como la de alimentación humana.
Los promotores de Graneros de Fuerteventura entendieron en su día que ser capaces de industrializar el sector ganadero en la isla es la mejor manera de desarrollar la actividad productora de carne y así ganar en autoabastecimiento.
La andadura de Graneros de Fuerteventura comenzó en el año 1970, cuando este grupo de empresarios se une con el fin inicial de importar el maíz a la isla. Ese fue el germen de Graneros de Fuerteventura. Poco después, y a partir de una inversión para adquirir una parcela industrial, junto con una batería de silos con una capacidad de 1.500 toneladas métricas y una envasadora con cosido manual, logramos culminar aquel proyecto inicial. El objetivo económico era ofertar el producto a un precio más competitivo y máxima calidad.
Viendo el éxito de la iniciativa, en 1973, solicitamos los permisos para la instalación de una fábrica de harinas panificables. En tan solo un año, ya operaba esta pequeña industria. Los años posteriores, hasta 1994 vieron el crecimiento continuo de Graneros de Fuerteventura. Así, conseguimos ir poniendo en servicio diversas máquinas de limpieza del grano, nuevas ensacadoras y nuevos molinos. Se adquirió, en ese periodo, el resto de la parcela que completa la superficie sobre la que se encuentra Graneros de Fuerteventura en la actualidad.
Ya en 1996, dimos un importante y definitivo paso adelante como empresa, que resultó decisivo de cara a la industrialización del sector de la alimentación en Fuerteventura, cuando comenzamos a adquirir equipos para descarga portuaria. A partir de ese momento, comenzaron a fletarse los barcos graneleros directamente al muelle de Puerto del Rosario, y no en Las Palmas para su posterior transporte a Fuerteventura, con la consiguiente y crucial mejora logística.
En el año 2000, pudimos poner en servicio un nuevo silo de 4.300 toneladas, aumentamos la capacidad de nuestra fábrica de harinas, e inauguramos una nueva fábrica de piensos y mezclas de cereales. Con el paso del tiempo, en Graneros de Fuerteventura hemos logrado disponer, de forma complementaria, de una moderna flota de vehículos para distribuir el producto hasta nuestros clientes en las mejores condiciones de calidad y salubridad.